Comida cuaternaria en Rio Madera

Después de varios infructuosos intentos, por fin pudimos organizar una comida entre algunos  de los moteros más duros y malotes de los alrrededores, el destino era la aldea de Rio Madera, situada en el interior del parque natural de la sierra de Segura, lugar ya conocido por la mayoria de nosotros.
En los diferentes puntos de encuentro íbamos reuniéndonos cada uno de nosotros, en Novelda la mayoria del grupo hizo acto de presencia.

En Pinoso quedamos con Asrai, llegamos casi al mismo tiempo y por fin pudimos conocernos y charlar un rato antes de seguir con la ruta,  nos acompañó gustoso hasta Isso, donde tras el pertinente almuerzo tuvo de volver a casa por motivos domésticos y familiares. Esperemos que en breve podamos hacer unos kms juntos de nuevo.

Como veis en las fotos el Sol lucia con fuerza, pero el fresquete era evidente y se hacia notar sobre todo en las manos.

En Isso, almorzamos en el bar Los Boticas, junto al frente manchego, que era una horda de Kawas Versys verdes, esta es la de Aracos que estrenaba maletas laterales.

Seguimos la marcha por la ruta que zigzaguea entre Elche de la Sierra y Riopar, donde repostamos antes de poner dirección a Siles, donde se acaba el mundo "civilizado".
Una sucesión de curvas en subida y en bajada, rodeados de frondosos bosques de pinos y abundante vejetación, nos lleva por plena serrania hasta la aldea de Rio Madera, donde nos tenian reservada mesa para comer.

La gastronomia era como siempre abundante y deliciosa, estos son algunos ejemplos...desde luego que nadie se quedó con hambre.

También hubo postres deliciosos

Tras la charla y los cafés de sobremesa, era hora de marcharse, no teniamos tiempo que perder pues el tiempo hasta ahora con cielos despejados, empezaba a taparse y a caer las primeras gotas

Una parte del trayecto de vuelta y hasta salir de la serrania, fue bajo una ligera lluvia, que no mojaba, pero hacia incómoda la conducción en estas careteras estrechas y rotas.
Con buena parte del trayecto de vuelta hecho, a mitad de camino paramos para repostar y despedirnos de nuestos amigos albaceteños, no sin antes hacer una foto del grupo que consumó la ruta completa

El resto del camino era ya un "querer llegar a casa pronto para descansar", pues los traseros estaban ya un tanto tocados tras más de 500 kms de carreteras cuaternarias.
Para terminar no puedo dejar de hacer mención, a la ausencia de nuestro amigo Eshyos, que hoy no pudo acompañarnos a la ruta como a él le hubiese gustado, fue quizás la guinda que faltó a un domingo estupendo para motear.
Esperemos que a la próxima comida cuaternaria estemos todos, sin baja alguna, seguro que merece la pena.
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